ALMAJARA es una palabra muy castiza de origen árabe que se pudiera traducir como el bromista algo tocado, que se emplea en el sur de España y en la Región de Madrid. En esta ocasión se la aplicamos al ministro portavoz del Gobierno de Rajoy, MENDEZ VIGO, quien preguntado por un periodista sobre lo que estaba pasando en Murcia, hasta el punto de que un juez, en este caso el señor Templado en sus visitas al popular Cafe-Bar, para tomar el aperitivo, dedicara su tiempo de oro a conversar con altos cargos del partido popular y con algún que otro ex consejero investigado en procedimientos de los que el mismo es ponente o instructor como miembro de la Sala de lo Penal del TSJ.
El ministro trató de restar importancia a la actividad lúdica de su señoría, diciendo el majara que Murcia es una región PEQUEÑITA con una ciudad en la que todos se conocen y por tanto un juez o el obispo de la diócesis podían tomarse unas copas sin tener que darle la mayor importancia.
Posteriormente otro tarado o sabio tertuliano afirmaba con la rotundidad de la prepotencia, que así estaba España de mal, cuando el país y los medios y los políticos estaban debatiendo y dedicando mucho tiempo a los problemas internos de nuestra Comunidad Autónoma asaltada por los políticos y sus partidos en su lucha sin cuartel por tomar el palacio de San Esteban, y la presidencia del Gobierno.
Ante estos lamentables comentarios ninguna autoridad regional, ningún lobby, ni la patronal ni los que viven de los presupuestos se atrevieron a corregir esos dardos arrojados a los coranzocitos de los murcianicos, y a comentar que lo que se juega en la Región, en el Reino de Murcia, no son estupideces, sino algo más serio y profundo, como es la crisis de una Justicia politizada que no nos asegura que el Estado del Derecho funcione correctamente en este pedazo de España maltratado por la Moncloa, al día de hoy y desde hace siglos. Estas expresiones de unos majaretas, es producto de la lamentable imagen que nos han fabricado unos personajes impresentables, de dentro y de fuera de la provincia "pequeñita" en la que se está jugando un gran tema de importancia vital como es la defensa de una Democracia desnudada por una aristocracia política que no nos merecemos. A nivel nacional y regional.
Desde nuestra humilde pequeñez, VMPRESS desea advertir a quienes rigen los destinos del pueblo murciano, aquí y en Madrid y básicamente a los que debieran vigilar la gestión de la Justicia como el Consejo General del Poder Judicial, tomen nota de que nosotros los que votamos y tributamos, estamos al borde de terminar con una paciencia que se ha demostrado larga y resistente. Aqui se ha ejercido el poder sin rentabilidad e igualdad para los ciudadanos, engañados y desengañados, sobre todo durante las dos décadas de gobierno del ex bipresidente Ramón Luis Valcárcel Siso, el mayor mago de la reciente historia desde que desapareciera del circo el gran Houdini, herencia que ha recibido el actual presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Antonio Sánchez, elegido después de un ejercicio de cinismo incalificable, desde el punto de vista de los valores humanos y políticos, en unos delicados momentos para este hombre investigado por los jueces y fiscales, un acto de torpeza como otras muchas que nos están pasando factura.
Efectivamente, señor ministro portavoz, somos pequeños como región, pero no se le olvide que en nuestra bandera, lucen siete corazones. Podemos prestarle uno a usted y otro a Mariano Rajoy, que lo ha permitido todo desde la más completa impunidad que le confiere la presidencia de la nación, olvidando que su deber es ser el presidente de todos los españoles como le confiere algunos artículos de la Constitución , hoy papel mojado para una gran mayoría de ciudadanos defraudados. Fíjese, solo pedimos que se haga justicia, limpia e imparcial, y ser tratados como los catalanes, los vascos, los gallegos o los extremeños. Tan poco porque somos pocos, pero jartos del agravio comparativo que sufrimos desde la transición.
Parece que el Parlamento español le da más importancia al debate de los rabos de nuestros perros, que a la necesidad de debatir un pacto de Estado para llegar a tener una Justicia de verdad para todos, moderna e imparcial. Y configurar la objetividad profesional de jueces y fiscales, estos últimos desligados de la tutela de los Gobiernos de turno.VMPRESS LIBRE.